Alberto Loureiro pelea este sábado por su primer título nacional profesional en la disciplina en la que su maestro fue trece veces campeón mundial |
Pablo Izard, otro discípulo del ourensano, debutará en esa velada.

El accidente casero que en 2014 dejó parapléjico a Simón González no ha privado al multicampeón mundial de kickboxing del deporte que lo apasiona. Ahora lo disfruta de manera vicaria a través de sus pupilos; los principales tienen este sábado en Bouzas una cita significativa en sus carreras. Pablo González Izard debutará como profesional y Alberto Loureiro, que ya ha sido campeón nacional de savate en ese campo, intentará añadirle el título en kickboxing. “Berto y yo soñamos con disputar el Mundial algún día. Nos gustaría prolongar ese legado de Simón”, concreta Izard.

Alberto Loureiro y Pablo González Izard sostienen a Simón González; literalmente para la pose fotográfica y en la intención de conservar su legado. Es Simón esta vez, contra la cita bíblica, el que rebautiza a sus pupilos como las rocas sobre las que edificará el futuro del kickboxing gallego. Loureiro peleará este sábado en Bouzas por el Campeonato de España; Izard debutará como profesional en esa misma velada. En ambos late el sueño de emular a su maestro, trece veces campeón mundial de esta disciplina.

Loureiro, aunque todavía en los 22 años, ha asumido la condición de heredero de Simón desde hace tiempo. Como amateur acumuló más de ochenta muescas entre boxeo, full contact, kick boxing y savate (boxeo francés). Como profesional debutó proclamándose campeón de España de savate a costa de Gabriel López en A Coruña y el sábado, en su tercera pelea, retará al vigente campeón nacional de kickboxing en semipesados, el vasco Adrián Rebolé Baigorri. “Alberto tiene un potencial muy alto, enorme”,valora Simón. “En los combates da el doscientos por cien. Otros se desenvuelven muy bien en los entrenamientos y no en la competición. Con él sucede al revés”.

Loureiro posee cuatro títulos de España amateurs. Un dominio que le ha valido la internacionalidad. En un torneo en Bosnia pudo coincidir con sus adversarios inminentes, compañeros en ese viaje: Rebolé y su entrenador, Vicente Egusquiza, que también trabaja como seleccionador y aconsejó a Loureiro desde la esquina. “Egusquiza fue campeón mundial siete veces”, menciona Simón. “Es un gran conocedor de las disciplinas de contacto y el profesor de Rebolé. Será un combate muy fuerte, muy duro, pero es lo que hay”.

A Loureiro no le asustan la veteranía de Rebolé, próximo a la treintena, ni su condición de defensor del título. Se enfrentaron en una final del Campeonato de España amateur, en la que se impuso el vigués. Tampoco se confía. “Él tiene más experiencia en el profesionalismo y yo tengo una carrera amateur muy larga que me defiende. Le gané en aquella ocasión, pero no tiene nada que ver”. El joven pronostica sobre el duelo pactado a cinco asaltos de tres minutos: “Será una pelea muy bonita, contra un rival muy técnico, de una escuela muy conocida por su entrenador”.

Apoderarse del cinturón desbrozaría el camino de Loureiro hacia las mieles europeas. “Es un paso muy importante”, conviene. “Mi sueño desde que empecé era proclamarme algún día campeón de España profesional y en mi ciudad. Jamás he peleado en Vigo con puño y pierna; qué mejor manera que ésta para la primera vez”.

Pablo González Izard comparte con Alberto Loureiro pasión por el ring, edad (Izard ha cumplido 23), las enseñanzas de Simón y sus entrenamientos; se impulsan mutuamente. “También nos damos disgustos. Nos pegamos aquí todos los días”, bromea Izard, sobre el suelo encolchado del gimnasio que Simón regenta en Urzaiz. “Da la vida que ambos seamos del mismo peso,. Él tira, yo tiro. Es mala suerte ser solo dos, pero al menos está él. Simón no tuvo a nadie en Vigo con el que hacer pierna”.

Izard combina como Loureiro distintas modalidades de contacto y aunque con solo una treintena de peleas amateurs, su currículo resulta también lujoso. Incluye cinco títulos gallegos de boxeo (2019), full contact (2014, 2015), kickboxing (2018) y savate (2915), dos de España de full contact (2018 y 2019) y aventuras internacionales a las órdenes de Egusquiza, con una quinta posición en la Copa del Mundo de full contact de Rimini y la segunda en un encuentro entre España e Italia.

Simón, que también fue dos veces campeón profesional de España antes de lanzarse a la conquista de Europa y el mundo, dejando el trono nacional desierto, asegura que Izard “tiene unas condiciones tan buenas o mejores que Alberto”, aunque todavía deba afinar su cuajo competitivo. “Su futuro es también buenísimo”, indica.