El pasillo de entrada al Gimnasio Simón es una auténtica galería de recuerdos. Su foto en la que se rompe de emoción tras tumbar por K.O. en el quinto asalto a Mustafa Laksem en 2002, en un pabellón de As Travesas abarrotado, instantáneas con Jean Claude Van Dame o Dolph Lundgren o alguno de los anillos conquistados durante su gloriosa trayectoria deportiva adornan un camino hacia el laberinto de esperanza en el que hoy se encuentra el trece veces campeón del mundo de KickBoxing.

“Desde que tuve la lesión intenté llevar mi lesión lo mejor posible para poder tener un avance”, dice Simón González, que tiene grabada en su memoria aquella fatídica mañana 19 de julio de 2014, cuando una caída desde el tejado de su casa (había subido para reparar unas humedades) le provocó una lesión medular que le tiene desde entonces en una silla de ruedas. “La lesión es completa, de las más graves que se diagnostican, y ahí estamos”, dice. Sigue luchando desde entonces, librando el que quizá sea el combate más duro de su vida. “Hay avances positivos, pero ahora mismo no hay una evolución adecuada para que pueda caminar”, asume. “Las piernas no cogen fuerza, sí que las muevo, pero no tienen suficiente fuerza para soportar mi peso”, insiste.

Aquella garra y determinación que mostraba cada vez que se subía al ring le ayudan a sobrellevar su día a día. Nunca ha dejado de luchar. De la mano del doctor Otero Vich ha experimentado importantes avances. En su clínica se ha sometido a una terapia de realidad virtual aplicada a la rehabilitación neurológica bajo los atentos cuidados de las fisioterapeutas Vanessa Domínguez, Estefanía Chamadoira y Yudith Suárez. “He evolucionado mucho; ahora puedo andar, aunque en la cinta y sin sostenerme en mi peso”, afirma al tiempo que desvela que su gran ilusión ahora es conseguir ser tratado por el doctor Jesús Vaquero, Jefe de Sección del Servicio de Neurocirugía del Hospital Puerta de Hierro. “Con la terapia que llevan a cabo con células madre puedes experimentar una recuperación en la médula, no al cien por cien, pero sí que ofrece muchos beneficios en el tema motriz y a la hora de paliar el dolor neuropático”, subraya. “Estoy en lista de espera, es una puerta de esperanza”, reconoce el campeón del mundo.

Simón González, que nunca se ha rendido en su lucha por volver a caminar, establece ahora un orden de prioridades. “Lo de andar ahora no es algo que me preocupe. Ahora hay otras cosas prioritarias como mitigar los dolores de espalda que tengo, que son enormes, o el control de esfínteres. El tema de andar no es lo más importante en este momento”, insiste.

Fuente Faro de Vigo, fotos Faro de Vigo.

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En un laberinto de esperanza